Mil cámaras velan por tu seguridad...

Son las 04:32... Hoy me he desvelado pensando en la noticia del telediario que mostraba a un vigilante jurado del Metro de Madrid golpeando con saña a un indigente que dormía en el andén... Las imágenes son duras, pero la tele nos tiene bien curtidos y no es eso lo que me ha quitado el sueño, sino la letra pequeña de la noticia:

Parece ser que la fiscalía no puede perseguir al autor del delito si el agredido (ese indigente probablemente indocumentado) no presenta una denuncia. Pero sí ha solicitado (al mejor estilo "Trampa 22") que grabar y subir a la red la comisión de ese delito sí sea delito... Pudiendo la fiscalía de oficio, sin que medie denuncia alguna, perseguir al autor de la grabación.

Como me ha quedado un poco como la parte contratante de la parte contratante de los Hermanos Marx, voy a resumirlo de nuevo:

Quieren tipificar como delito el grabar y difundir la comisión de un delito y perseguir al autor de dicha grabación... ¿Y si un ciudadano graba, por ejemplo, a la policía pegando a un pobre hombre del Opus, transexual y embarazado de gemelos? ¿Sería perseguido por grabar el delito y subir ese vídeo a la red?... Seguramente, porque nos encanta eso de matar al mensajero.

Buscando en youtube ejemplos de abusos policiales he llegado, por obra y gracia de los vídeos recomendados, a este espeluznante documento que demuestra dos cosas: Que hay gente para todo y que lo peligroso no es la flecha, sino el indio...



Pd. Aviso para frikis: Trampa 22 no sólo es un libro muy recomendable, también dió para un lisérgico alegato antibélico en forma de película (con un impagable Donald Shutherland haciendo de Jesucristo Hippy) y para un capítulo de Lost (pongo Lost en lugar de Perdidos porque es un aviso para frikis... Que ven las series online y VOS, con subtítulos flotantes si es posible).