31/1/10

El Primer post del año...

La verdad es que empezar un año con la impresión de que no va a ser mejor que el anterior es triste y preocupante a la vez... Coges el calendario y no ves cuerpos esculturales o espectaculares paisajes, sino 365 batallas que deben ser libradas a vida o muerte y contra un enemigo netamente superior.

Luego, contemplas el reflejo escrutador de tu propia imagen en el espejo y recorres el mapa de cicatrices que cubre tu cuerpo y tu alma, testimonio veraz e indeleble de miles de derrotas y otras tantas victorias. Este año no va a ser mejor que el anterior, ni peor... Es simplemente la posibilidad de reinventarte de nuevo, de construir ese futuro que nunca quisiste pero que todo te empuja a conseguir en sólo 365 intentos.



Atrás quedan las mentiras, los engaños y los temores. Frente a tí se abre un océano de alternativas y un laberinto de opciones, donde cada encrucijada asesina un posible futuro a la vez que alumbra un nuevo tú. Puedes decidir entre cargar con el pesado bagaje de los errores cometidos o volar a lomos de tus anhelos en post de una utopía inestable pero al alcance de tu mano.

Ha llegado el momento de cesar la contemplación pasiva de quién eres y a qué renunciaste. Libérate de tu oxidada armadura y olvida todo aquello que aprendiste sin realmente haberlo vivido... Prepara tus armas, afila tu ingenio, mira al enemigo a los ojos y hazle saber que esta vez no hay marcha atrás, que cada victoria o derrota no será sino un paso más hacia tu destino final.


Pero no te descuides, ya que sólo tienes esos 365 intervalos de luz y oscuridad para marcar la diferencia y es fácil olvidar quién eres y qué quieres, es fácil relegar a un segundo plano el recuerdo de cómo transformaste la certeza de que este año no sería mejor que el anterior en la llama que te alimenta y te devora a partes iguales y canjear todos esos logros por un poco de paz... Ha llegado el momento de que aprendas a apreciar el orden que existe dentro de ese caos que cubre como un denso sudario la realidad en la que vives.



Pd. Este post disgresivo no es una descripción objetiva de un estado de ánimo concreto ni de un periodo dentro de un ciclo vital determinado. Es, simplemente, la lisérgica combinación de la falta de sueño y la secuela del visionado de un documental de Arthur Clarke llamado The Colours Of Infinity.