27/10/09

Maldito Bastardo...

Son las 4 y 20 de la madrugada...
Hoy tenía pensado escribir sobre otra cosa, pero me han invitado a ver la última peli de Tarantimo y no puedo resistirme a contar que tal ha sido la experiencia...

He de reconocer que acudí al cine con ciertos prejuicios porque me tiene un poco mosca que este tío se esté dedicando a hacer películas multimillonarias con la estética de los blockbusters cutres de los 80... Vale que aprendiera cine como dependiente de un videoclub y que le pirre coleccionar en 35mm viejas películas de autocines (esos cines americanos para coches donde se pasaban películas en sesión doble con el único objeto de dar tiempo a las parejas para...). Pero si quiere conseguir la estética de una peli de bajo presupuesto, creo que sería más lógico emplear un pequeño presupuesto que gastar un dineral y luego gastar más para estropear la peli...

He de reconocer que la primera secuencia de la película me ha cautivado y el muy bastardo ha demostrado que, cuando quiere, sigue siendo uno de los grandes: Personajes sólidos, planos cuidados al detalle, un malo de los que hacen época y unos diálogos que te atrapan... Estaba a punto de tragarme mis prejuicios, cuando ha comenzado la verdadera historia.

El maldito bastardo perpetrador de esta rocambolesca fábula ambientada en la Segunda Guerra Mundial empieza a mezclar la estética western, planos secuencia plagiados de sus otras pelis, explicaciones dirigidas a un público casi analfabeto en lo que a historia se refiere y su famosa violencia... Que, lamento decirlo, se queda en unos cuantos chorros de sirope y unos pedacitos de látex... Vamos, que cualquier instituto de secundaria muestra escenas de violencia más crudas que esta peli, por no mencionar las que ofrece cualquier telediario.

La historia se arrastra entre altibajos y ofrece realmente unos pocos momentos interesantes, que se pueden contar con los padrastros de una mano: Una paliza mortal con un bate de béisbol, el típico encañonamiento múltiple tarantiniano (esta vez apuntándose a los genitales y con un desenlace inesperado) y Brad Pitt (sin Angelina, menos mal) hablando italiano con acento de motañés americano... El resto es una paja mental de un gran cineasta que cada vez se parece más al vulgar nuevo rico pagado de sí mismo con que se autoparodió en la grandísima obra colectiva que fue Four Rooms. Así hasta llegar a un final insulso que me hizo exclamar: ¡¡¡Si lo sé no vengo!!!



No sé si es porque hoy he tenido un día saturado de ultraviolencia en el que he presenciado dos peleas salvajes (una entre un red skin y un progre de la CNT, de la que os hablaré más detalladamente en un próximo post, y una auténtica batalla campal entre gitanos, más gitanos y policías locales en la misma puerta de mi casa), pero el caso es que la película me ha dejado indiferente, tirando a mosqueado y pensando que prefiero a Roman Polanski, pese a que sea un violador convicto de menores...

Este no es Roman Polanski ni ha violado a nadie, pese a ser el malo de la película.

PD. Se me olvidaba precisar que la he visto en VOS (al de los subtítulos sí que le cortaba yo la cabellera), que lo mejor es el uso de los diferentes idiomas y acentos y el villano de la película, un coronel de las SS que me ha dejado fascinado y que probablemente le valga un Óscar a su intérprete.

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